Conociéndose que durante el pasado fin de semana, todo el equipo de gobierno de la Administración Distrital presentó su renuncia protocolaria solicitada por la alcaldesa Yolanda Wong el viernes anterior, como manera de medir la efectividad, eficiencia y lealtad de sus subalternos, se inicia este lunes con la expectativa de la aceptación de algunas renuncias y los nombramientos de nuevos funcionarios de un incipiente gobierno que no alcanza los 80 días, y donde no hay nada por medir o evaluar.


Se sabe muy poco sobre el origen de la precipitada crisis político-administrativa en la Alcaldía de Cartagena, mientras el tema del alcalde titular Antonio Quinto Guerra, parece haber quedado guardado en un refrigerador, ya que el Tribunal Administrativo de Bolívar, que debe fallar en primera instancia sobre la demanda de nulidad a la elección de Quinto presentada por la Procuraduría, se está tomando todo su tiempo dentro de los términos de ley.


EL EFECTO DE LA RUMUROLOGIA
Cuando fue encargada Yolanda Wong del despacho, en la Plaza de la Aduana se cocinaron muchas conjeturas como de que era una carta que se jugaba Juancho García, que era sugerida por el mismo Quinto Guerra, y hasta de que fue Sergio Londoño quien tenía metida sus manos en esa designación.


EL REGRESO DE GINA
Con el triunfo de la formula Iván Duque-Marta Lucía, y el apoyo recibido del Centro Democrático en la campaña de Quinto Guerra, el arco iris cambió de colores, y hoy se cierne sobre la ciudad una expectativa, de que podría regresar al Palacio de la Aduana en calidad de alcaldesa encargada, la abogada Gina Benedetti de Vélez, quien ya lo hizo por más de un año en similares circunstancias de ingobernabilidad e inestabilidad política, poniéndole orden a la cosa pública distrital, además de que el gobierno nacional en manos de Duque, querría tener el control de las multimillonarias inversiones en los macroproyectos pendientes, y asegurar la elección de un candidato suyo para el periodo 2020-2024.
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