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Fecha de publicación: Domingo, 15 de Julio de 2018 Hora: 09:11:57

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La situación del Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena IPCC, se ha tornado bastante grave los últimos meses, hasta el punto de poner en peligro una óptima realización de las fiestas de nuestra independencia que deben realizarse del 8 al 11 de noviembre venidero, pero previo a ello está el tradicional reinado popular y los consabidos preludios como preámbulo de nuestras carnestoleéndicas celebraciones.


FRENTE A FRENTE ha podido contextualizar que la actual directora de ese instituto, Ruby Mutis, parece que se encuentra en el lugar equivocado, ya que la abogada y chef barranquillera, posesionada en mayo pasado, extrañamente por desconocimiento o por simple capricho, no ha convocado a las reuniones de su Junta Directiva en mayo, junio ni julio de 2018, como es obligatorio según sus estatutos, como tampoco se ha reunido con su personal de planta, asesores y grupos de apoyo, para impartir las instrucciones del caso, o por lo menos para escucharlos en un proceso de retroalimentación o feed back.


La gravedad funcional y operativa del IPCC es tal, que en una ciudad donde hoy tenemos una crisis por al atentado arquitectónico a nuestros monumentos con construcciones fuera de contexto como el edificio Aquarela, a la fecha de hoy su directora no ha convocado ni se ha presentado al Comité Técnico de Patrimonio, ni al Consejo Distrital de Cultura, a pesar de que lleva más de dos meses en el cargo; algunas personas de la comunidad cultural reclaman que en unos temas tan trascendentales, como son patrimonio, cultura y Fiestas de Independencia, no se sabe nada, no se conoce ni a la directora, ni su programa de trabajo, ni el cronograma, presupuesto y agenda festiva, estando a poco tiempo de inicio de la celebraciones y conmemoraciones.


La situación en el IPCC, va más allá de lo expuesto hasta ahora ya que a estas alturas, cuando en años anteriores ya se había realizado el Lanzamiento de las Fiestas de Independencia o se estaba próximos a hacerlo, la directora Ruby Mutis no se ha presentado a los actores y gestores culturales, ni ha definido con la alcaldesa (e) y la Secretaría de Hacienda el proceso para conseguir los recursos mínimos que se necesitan para realiza la fiesta Novembrina; preocupa a la comunidad cultural que no se ha convocado al Comité Fiscal para definir la inversión en infraestructura cultural con los recursos provenientes de la Ley de Espectáculos Públicos, que de no utilizarse este año, deberán ser reembolsados al Ministerio de Cultura; grave la cuestión.


La cosa ha llegado a tal extremo que la Junta Directiva del IPCC tuvo que enviarle una carta a la directora del Instituto, solicitándole cumplir con el “artículo 10 del Capítulo V del Reglamento Interno de la Junta Directiva del IPCC, y convocar a Junta Extraordinaria que debió realizarse 12 de julio pasado a las 3.00 pm”, donde los puntos sugeridos para análisis eran: Informe sobre imagen de las Fiesta de Independencia 2018, Informe Teatro Adolfo Mejía de junio, Informe sobre desarrollo del Comité Técnico y los proyectos presentados, Informe sobre el Edificio Aquarela y el pronunciamiento de ICOMOS, Informe sobre el Seminario Galeón San José, Informe sobre contratos firmados después de la Ley de Garantías y su monto, Informe sobre Ejecución Presupuestal de junio, y lo que propusieran sus miembros.


Esa convocatoria, que tomó por sorpresa a la directora del IPCC, no se pudo realizar, y quedó programada para mañana martes 17 de julio del presente año.

Se espera la asistencia de la alcaldesa (e) y todos los miembros de la Junta Directiva.


LOS PEAJES DEL IPCC

Gestores culturales, artistas, y personal de ese medio, vienen quejándose hace mucho tiempo por las talanqueras que imponen algunos funcionarios del IPCC al instalar peajes internos para el trámite de pagos por concepto de auxilios y aportes a proyectos, entregas de premios y otros conceptos; el cáncer que carcome al IPCC no puede detenerse con ninguna terapia, ya que ha hecho metástasis en varios niveles y funcionarios hace muchos años, hasta el extremo que hay funcionarios que se auto-aprueban auxilios de apoyos para festivales y eventos inexistentes, o de los cuales hacen parte ellos mismos como organizadores.


Todo indica que a la nueva dirección le falta conocimiento gerencial, manejo de grupos, finanzas públicas, reconocer las manifestaciones identitarias y culturales de Cartagena y, sobre todo, el esfuerzo de revitalización de las Fiestas de Independencia que desde hace años se adelanta en la ciudad.


Por lo que se observa hasta hoy, la directora del IPCC se encuentra en el lugar equivocado, y hoy peligran los logros alcanzados y los avances en la consolidación de las Fiestas de la Independencia como un parte de la Lista de Patrimonio inmaterial de Colombia.


Lo que se pensó un gran logró no ha sido otra cosa que otra escándalo, ya para colmo, el afiche promocional de las fiestas ha desatado una polémica en la ciudad, por no representar el espíritu novembrino ni contener los elementos distintivos de nuestra gesta independista ni respetar los colores de la cuadrilonga, con un supuesto homenaje a nuestros cuerpos de agua, en los cuales el estado no invierte nada ni hace el menor esfuerzo por recuperarlos; por otro lado hay una funcionaria de apellido Castro, que fue trasladada para el servicio de bibliotecas hace más de tres meses, pero se niega a irse y ocupar su nuevo cargo ya que su mermelada se encuentra en la sede principal.


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