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Fecha de publicación: Miercoles, 02 de Septiembre de 2020 Hora: 09:04:07

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Un adolescente Wayuu de 13 años que sufrió en el 2016 un accidente en el que resultó con graves quemaduras en su pierna, debido a  la quema de gasolina, volvió a caminar gracias a una milagrosa intervención quirúrgica de un grupo de médicos de Bogotá, ya que  su atención médica inmediata no fue posible, por lo que la herida sanó con las curaciones que realizaron en su ranchería sin intervención de ningún profesional de la salud.

 

 

Esto causó que la rodilla no sanara correctamente y quedara en un ángulo de 45 grados, con una severa deformidad en flexión,  lo que dejó al niño sin la posibilidad de volver a caminar y con un sin número de limitaciones para la movilidad. 

 

Gracias al Dr Germán Sánchez, anestesiólogo de la Clínica Colombia, quien tuvo la oportunidad de conocer al niño en una brigada de salud con la Fundación Sanitas en la Guajira, y el servicio de cirugía plástica de Colsanitas, se logró su traslado a Bogotá.

 

 

El objetivo era realizar una cirugía plástica que prometía devolverle la movilidad en su pierna izquierda; En este procedimiento participaron la Dra Marcela Sánchez, la Dra Susana Correa y el Dr David Duque, adscritos a la Clínica Colsanitas en Bogotá, y cuatro cirujanos: el Dr Geoffrey Hallock y Dr Yi Xin Zhang de Estados Unidos; el Dr Dajiang Song  de origen Chino; y el Dr Jaime Martínez, Ortopedista adscrito a Colsanitas.

 

 

Para esta cirugía, el equipo médico retiró tanto el tejido quemado como la brida cicatrizal que impedía la extensión de la pierna.

Posteriormente realizó un colgajo libre microquirúrgico ultra delgado mediante súper microcirugía y reconstruyó el defecto para restituir y reconstruir la zona de trauma en el hueco popítleo (detrás de la rodilla) y un colgajo en propela para reconstruir la zona donante que permita la movilidad de la rodilla.

 

 

Durante la cirugía, los médicos encontraron que no era posible el cierre primario del sitio   donde se extrajo el colgajo de la región inguinal, por tal motivo se realizó un segundo colgajo ultra delgado en propela basado en una arteria perforante de 1 mm para lograr el cierre óptimo de esta área.

Gracias a este procedimiento, se evitó la cicatrización anómala del sitio donante (la ingle), así como el riesgo de causar algún deterioro en su crecimiento futuro.

 

 

La última vez que se vio al joven, corría feliz por los pasillos del hospital; gracias a esta cirugía, ahora podrá continuar con una vida normal; La realización de este procedimiento no solo permitió rehabilitar y reconstruir la pierna de un niño, sino también la de un artículo científico en una de las revistas más importantes a nivel mundial de cirugía plástica: Annals of Plastic Surgery, evidenciando la calidad científica de este equipo médico. 

 

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