Por: SAMUEL MORALES TURIZO

“Una educación desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire un modo de pensar y nos incite a descubrir quienes somos en una sociedad que se quiera más a si misma”. Gabriel García Márquez.

La frase de Gabo es excelente, pero no estoy de acuerdo con un pequeño fragmento donde dice lo siguiente: “que nos inspire un modo de pensar…” pero lo más acertado es que nos inspire un modo de pensar creativamente o productivamente; Por esto, el proceso de enseñanza formal debe incluirse en otro más extenso lo que el venezolano Feliz Adam, llama educación permanente.

Para alcanzar esta finalidad la instrucción no puede reconocerse tan solo a la pedagogía pues ésta nos envía a una etapa de la vida, la de la niñez el adulto necesita otra forma de guía o gogía otra forma de ciencia y práctica de la educación que debemos llamar andrología.

El principal objetivo del Ministerio de Educación Nacional en coordinación con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural debe ser el de contribuir a reducir significativamente el índice de analfabetismo existente en la población rural de la Región Caribe, clave en la calidad de vida del trabajador y promueva su Ingreso al mercado formal de trabajo en condiciones de igualdad.

En el momento de la alfabetización deben implementarse aspectos relacionados con la labor del campo; surgen dos necesidades visibles en el sector rural: capacitación en manejo de maquinaria agrícola y capacitación en el manipuleo agroquímico, un punto negativo en esta campaña en pro del labriego es la poca colaboración del sector propietario de la tierra.

En Colombia no existe la obligatoriedad del uso de la libreta de trabajo, en otros países si esta vigente, lo que hace más urgente la necesidad de que los trabajadores y trabajadoras rurales sepan leer y escribir.

El campesinado analfabeto, ha reducido sus posibilidades de acción frente al ambiente y ha limitado sus aspiraciones Es conservador y resistente al progreso, Carente de una tradición de cambios, siente recelo frente a ellos,  pero con la globalización tienen la oportunidad de defender sus derechos y mejorar su condición laboral en el sector productivo y afianzar la integración familiar.

En las campañas de alfabetización se debe buscar la ayuda desinteresada de los dueños de las tierras, la cooperación, la franqueza y sinceridad frente a las personas que lo rodean y que apoyan a la elevación socio- cultural de la clase social más desposeída menos educada y más numerosa del país.