PUNTA DE LANZA

EN CHOLON, PULULA EL TOREO,

Y PONEN CUERNOS,

POR SENEN GONZALEZ VELEZ

Pese a que el himeneo, en Grecia le llamaban al dios del matrimonio, este está compuesto de dos palabras en una sola: Himen e meneo, que, para el buen entendedor, no necesita hacer mucho esfuerzo, para traducirlo, como el movimiento del himen, que se mueve, con cualquier tipo de baile, deporte, ahora ¿cómo será, el que se ejecuta a base de fricciones corporales que excitan?  En el caso del matrimonio, es ya es especifico, para que se consuma dicha relación.

Esta es una membrana que reduce el orificio de la vagina, razón por la cual, se considera una joven como virgen; pues en estos días en mi querida ciudad de Cartagena, Colombia, hubo un desenfreno de locura, por aquello del cambio de año, y de la cuarentena que represó el sistema nervioso y la libertades,  por lo que  no sabría cuántas dejaron de serlo, a juzgar, por hechos  bochornosos que se dieron en uno de los  barrios de la ciudad, lo más detestables a la  vista humana que se haya podido ver en tiempos de pandemia, y fue, que un grupo de niñas y niños, no mayores de ocho años y hasta quizás de doce o trece, bailaron champeta, a la par de sus padres, restregándose los sexos, hímenes y penes, hasta sacarle jugo a la naranja.

Parecía una apuesta entre indecente: El padre como si le apostara a su hijo, como machito de combate, y la madre, para demostrar que su hija, no es un sexo débil, que come con voracidad...Esa era la impresión.

La inocencia, es algo maravilloso en los niños, que se debe preservar, respetar, pero el aguante, la resistencia,  tienen sus límites, y que se pierde, cuando ven en los adultos, la pasión desenfrenada por copular y esta se manifiesta a través de los ejemplos posteriores a un consumo de bebidas, o de drogas, en que se pierde el pudor, por lo que muchas veces a los padres, poco les importa accederse entre sí, para hacer el amor, en presencia de los hijos; en un instinto salvaje, que aflora inducidos por los mecanismos de la corrupción.   

La relación sexual, es un acto natural, que , entre animales, es muy normal hacerlo a la vista de todos, pero que, dicho sea de paso, estos, son más civilizados que el ser humano, porque cumplen las reglas naturales, respetan  sus ciclos, de ahí la razón para que el deseo sea temporal, y no por capricho, y activación por contacto, como ocurre entre los humanos; pues el hijo que ve a sus padres copulando, es incitado a repetir lo mismo, bien sea   por la vista o, por el oído;  que son dos órganos por donde entran la gran cantidad de pasiones y provocaciones.

Aquel espectáculo del 31 de diciembre, en uno de los barrios de la ciudad, nos muestra una de esas chiquillas, con una botella de cerveza en mano, en el grado de tres -quince, como así le llaman, a los que el trago los pone a tambalear, y hacer pendejadas, que en minutos llegan a la indecencia y a la obscenidad.

Lo ocurrido, debe ser materia de interés y estudio psicológico por parte de las autoridades, para medir, que tanto bien está causando el libre desarrollo de la personalidad, que a mi juicio, es una consecuencia nefasta, para la motivación, razón para que los niños, actúen así desordenadamente, haciendo honor a la lujuria.

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De otra parte, esta CHOLON, situada en las Islas del Rosario, bello lugar, que pudo ser un paraíso decente para el  descanso, pero no, la falta de autoridad, y de ordenamiento, lo volvió  ahora, en una especie de SODOMA;  así como lo oyen y lo escuche.

La han convertido, propios degenerados y extraños  del mismo talante, de otras nacionalidades, en sitio de libertinaje, para la  folladera, al mejor estilo de los perros callejeros, que  de malas ellos, que, por quedar pegados,  son plena prueba en la evidencia para negarse.

Acá entre los humanos, se medió cubren  con toallas, pero el corcoveo, los delata, y, el escenario para el polvito arenoso, son las mismas playas.

Todos esos comentarios se escuchan, de los que vienen y van en este desastre libidinoso, que es gestado por Jóvenes y mayores de todas las condiciones sociales;  allí, las llamadas prepagos, de alto costo, y no prepagos, se confunden con los azares que trae el placer, bailando con los senos al aire, y otros, como dicen en España, follando al aire libre, en la cubierta de los yates. 

Y… los pobladores, de mente afrodisiaca, haciendo de las suyas, como efectivos padrotes, cortando oreja y rabo, dejándoles a los cachones, o cabrones de maridos, convertidos en bueyes mansos, la bandera de la inocencia de sus mujeres al regreso a casa, en cada cuerno que, por el uso, hasta las puntas las perdieron.

¡Joder, que locura! de ahí resultan muchas mujeres jóvenes y adultas, preñadas, las que llegaran a su residencia, con la cara de santidad, de yo no fui, o a la inversa, ellos como si nada hubiera pasado; ellas con  un souvenir en la barriga, que traen de la isla de Cholón Cartagena y ellos, con un SIDA, o, se colgaron un posible COVID por 69.-

PREGUNTO AL SEÑOR ALCALDE DAU, Al BIENESTAR FAMILIAR.

A LA POLICIA NACIONAL ¿Qué medidas han de tomar, para que no se desvalorice, la isla, la que podría representar buenas oportunidades laborales, a sus pobladores, pero sanas, para toda la comunidad? ¿Sera que el Sena, puede involucrarse en un proceso de formación comunitaria? La iglesia católica y evangélica, podrían fortalecer la conducta colectiva, conduciéndolas a que se cumplan los principios morales, y valores para una sana convivencia.