Por: SAMUEL MORALES TURIZO - samuelmorales9181@gmail.com

A Corozal, la tierra de mis antepasados,  donde pegué mi primer grito anunciando  mi entrada a la vida; quiero brindarle con mucho amor esta columna a todos los corozaleros, un municipio que está lleno de historias, por ser un pueblo acogedor, la pureza de sus costumbres y por su cultura hacen de Corozal una ciudad inolvidable.

Las costumbres de cada región se manifiestan en los platos, temperamentos, en el modo de vestir, en los dichos, en la música, en los deportes, en las bebidas; La gastronomía, en definitiva es una cuestión cultural, a pesar que existe desde épocas remotas, gran variedad de plantas silvestres sirven de aliño o condimento para complementar estos alimentos, por ejemplo, el bleo de chupa, mata arbustiva, utilizada tradicionalmente por los habitantes de la comarca.

Dentro de las comidas características del departamento de Sucre, EL MOTE DE QUESO es una especialidad culinaria, el plato predilecto de los corozaleros, y hoy este manjar exquisito se ha esparcido por todo Colombia una de las cartas más apetecidas en hoteles, restaurantes, fondas de cualquier ciudad o pueblos de la Región Caribe, el célebre mote de queso se prepara con los siguientes Ingredientes: queso, ñame espino sabanero, ajo frito y el que desee le echa bleo de chupa.

A principio del pasado mes de enero, un amigo corozalero, residente en Buenos Aires (Argentina), me contaba que Invitó a comer a su casa a una familia amiga de esa metrópoli y al mediodía le brindó el blanco mote de queso.; y desde ese momento esas personas le pidieron la receta al anfitrión y quedaron Impresionados al degustar el sabroso plato típico.

Aunque probablemente encontrará su mejor sabor del mote de queso, en las típicas casas de palmas, en exclusivos sitios de recreación, en un paseo al campo entre aromas, en una fiesta familiar, o en una parranda con vallenatos, gaitas y una banda pelayera.

La cocina en donde se hace el mote de queso, aparece el humo negro, todo ello tiene el inconfundible color del tizne; aquí se realiza un esfuerzo creativo, de transformar en alimento, esto se asemeja a una obra de arte; sigue siendo el lugar más Importante de la casa, punto de reunión y del ritual cotidiano del café a la hora del canto de los gallos.

El escritor y profesor Rafael Pérez Ch., una de las personas más populares que tiene Corozal, me afirmó durante un diálogo su testamento: “Si me quieren guardar luto en mi velorio o novenario de difunto no sirvan café, sino mote de queso, para que la gente recuerde que somos corozaleros...

hay que hacer una ciudad tan grande como el mundo, que tenga sabor a paz”.

Las tradiciones gastronómicas de Corozal, se conservan intactas; El objetivo es promocionar permanentemente los platos más representativos de la cocina, especialmente el mote de queso, por su contacto íntimo y espiritual con sus raíces.

La importancia sociológica y hospitalaria de este municipio de las sabanas de Sucre, expresadas en un plato típico, donde el huésped puede apreciar el calor humano, la simpatía de sus gentes reflejadas en este manjar.

Los futuros historiadores tienen material para profundizar el arraigo regional apegado a sus costumbres, como lo es esta vianda tan deliciosa.