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Fecha de publicación: Lunes, 05 de Abril de 2021 Hora: 08:08:12

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POR: SAMUEL MORALES TURIZO

 

Cuando niño me inicie leyendo la Alegría de Leer, el Sembrador, inclusive la Geografía y la Historia de Colombia; La lectura como ustedes comprenderán es un viaje, cuando uno está  leyendo el espíritu se concentra tanto que se traslada a los sitios, se ubica en el lugar de los personajes, por eso  una de las obras literarias que me impactó en aquella época de adolescencia, fue la Vorágine y María.

 

Porque se logra compenetrarse tanto en el personaje, en el tiempo, porque muchas novelas, muchos cuentos están escritos  en tiempos pasados.

Se tiene que ubicarse en la mentalidad del hombre de ese entonces; Por ejemplo María  de Jorge Isaac, cuando se lee, identifica el romanticismo colombiano, se palpa el amor, cómo nace este, la aventura de Efraín y María en esa finca.

 

En la Crónica Vanina Vanini del escritor francés Marie Henry Beyle, se hizo célebre con el seudónimo de Stendal, hay un fragmento desconcertante y es el siguiente: Era el joven más brillante de Roma y además era príncipe, pero si le dieran a leer una novela, a las veinte páginas  la tiraría diciendo que le daba dolor de cabeza”.

 

La lectura beneficia al cerebro, este se oxigena, se pule, si algo estructura al hombre es el hábito de leer; porque limpia, fija esplendor, además  de adquirir el conocimiento, es un pasatiempo como cualquier deporte que purifica la mente, el espíritu se va nutriendo y hasta el mismo corazón, la agresividad del hombre primitivo va desapareciendo cada vez que se apodera de la lectura.

 

Mentalmente se va desahogando, se traslada hace una retrospectiva, de lo que, muchas veces fue nuestra infancia a través de la lectura; Las creencias que se tienen van desapareciendo con la lectura, porque la afición a leer  te va lubricando, te va sacando esa cantidad de fantasías que se tiene.

 

Es esencial mencionar a Martín Caparrós, periodista y escritor argentino, sobre este tema dice lo siguiente: “La mejor escuela para los periodistas es leer, leer y leer, porque uno aprende maneras, estilos, formas de la prosa, porque leer es la forma de aprender estructurar el pensamiento, a armar un discurso coherente, leer es básico, lo que sea: periodismo, economía, sociología, política contemporánea, novelas, ensayos, crónicas y poesía; te da una relación con el lenguaje que después  se nota”.

 

Con la lectura, las vivencias, se fortifican las neuronas del cerebro, se ejercita la memoria, la vista; y  mientras más piense positivamente, vivirá más y con mejor salud.

Por este motivo el cerebro necesita la gimnasia de la lectura.

 

 

 

 

 

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