Opinion

Fecha de publicación: Lunes, 19 de Noviembre de 2018 Hora: 09:45:46

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ARTICULO ESPECIAL
Por: RAUL BUSTAMANTE DE LA VEGA
rbustamanteabogados@gmail.com

El proyecto de ley que nos pretende gravar la canasta familiar con el I V A, por definición debiera llamarse reforma tributaria, pero por manipulación sistemática se llama Ley de financiamiento.


La estolidez más grande del ecónomo de una Nación es esquilmar el patrimonio de las personas iniciando por pobres hasta las clases medias altas que son el motor del consumo de un país, para darle a los grandes millonarios; entre otras, la Corte Constitucional de Colombia tiene una línea jurisprudencial en materia de equidad de tributos que yo visionaria una declaración de inexequibilidad del proyecto de reforma tributaria en mención.

La doctrina del libre mercado la entendió muy mal el nuevo Ministro de Hacienda de Colombia ALBERTO CARRRASQUILLA, o quiere torcerla en perjuicio de la misma institucionalidad democrática para beneficiar la burocracia y corrupción política, al final entregara el país a la oposición por mucho que el Presidente ALVARO URBE VELEZ, se muestre como redentor ante la embestida brutal que piensa hacer el mencionado Ministro en contra del ciudadano Colombiano; Esa es la razón por la que gremios de la producción como la SAC, FENAVI, PORKCOLOMBIA, FEDEPAPA y muchos comerciantes estén en desacuerdo tienen certeza que eso va a afectar sus ventas.
En principio bajar los impuestos a las empresas genera más empleo e incentivaría a las inversiones, sin embargo, incrementar el impuesto a los contribuyentes crearía menos consumo lo cual disminuiría el ingreso de las empresas, por ende, a medio plazo lo que haría esta Reforma Tributaria es volver al estado inicial anterior a la reforma, no tendrían ningún cambio, es un círculo vicioso y codicioso.


La solución efectiva es reducción máxima de impuestos a las empresas y los contribuyentes en principio y por regla general; sí las empresas pagan menos se crearán más empleo, e incentivo mayor a la inversión, reducir los impuestos al contribuyente, ejemplo acabar con el 4 por mil, impuestos a la gasolina, cero IVA a la canasta familiar, haría crecer la economía a mediano y largo plazo.


Efectivamente el gobierno de Santos fue nefasto para la economía del país, las mermeladas y otros desfalcos o derroches de dineros empobrecieron drásticamente las arcas de la Nación, pero la solución tributaria debe ser sensata, hay que buscar el dinero y excepcionalmente gravar con impuesto a un grupo restringido de empresas que se han servido del seno materno de la Nación, como: la industria extractiva de minerales, los bancos y las aseguradoras; en Colombia cuando se produjo la crisis de la vivienda, que afectó también a las entidades financieras, a finales del año 1998; el gobierno de ese entonces expidió un decreto en el que impuso un impuesto de $2 por cada $1.000 que se manejaran en las transacciones bancarias, para salvar la banca, hoy los banqueros y las aseguradoras deben ser reciproco con el Estado en especial Don Luis Carlos Sarmiento Angulo y aceptar la creación de un impuesto del 4 por mil a sus utilidades bancarias durante tres (3) años.


El Gobierno debe ir por una parte de los $60 billones de activos en el exterior que no declaran, tener la meta de recaudar el 10% de eso traerá otros $6 billones, los Colombianos gozamos del tercer lugar entre los principales compradores de bienes raíces en Miami y La Florida, Señor Ministro de Hacienda, acabe de inmediato con la corrupción, la mermelada, disminuya la burocracia en un 70% en la rama ejecutiva, legislativa, y en los entes territoriales combatir la contratación ilícita, impulse urgentemente la creación de empresas medianas que exporten lo que tenemos en artesanías, manufacturas y productos alimenticios, no acabe con la poca luz de democracia que existe en Colombia.


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