Generales
El arrojo de basuras en los sitios neurálgicos de la ciudad se ha convertido en el mayor peligro y el reto sanitario que se afrontan actualmente las empresas de aseo en sus diferentes zonas.
FRENTE A FRENTE pudo constatar, que al inicio del canal del Campestre, frente al parqueadero de la Iglesia Nuestra Señora de Torcoroma, una hora después de que había pasado el camión recolector de la empresa Veolia, un individuo con una carretilla llena de basuras e inservibles de gran volumen, los arrojó al inicio del caudal, y a pesar de que la acción se repitió tres veces, pasaban patrullas de la policía, y no ocurría nada.
Desde un vehículo, dos ciudadanos le llamaron la atención al individuo que arrojaba cajas de madera de algún equipo de sonido grande, y la respuesta fue una amenaza con un machete por “yo a los sapos los pico, ábranse.”
Es muy común ver esta escena en los sitios neurálgicos de la ciudad, separadores viales, esquinas, bulevares y otros sitios tomados como basureros a cielo abierto; sobre todo donde se venden comidas rápidas.
ESA ES LA INCULTURA DE LA BASURA TENEMOS
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