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Hace unos cuatro años me di a la tarea de buscar, entre los concejales en ejercicio alguien que reuniese las condiciones para ser alcalde de Cartagena.
Más o menos, demoró unos seis meses.
No fue tan ardua, pues encontré que el abogado Quinto Guerra Varela sobresalía.
Guerra Varela comenzaba su tercer periodo y llegué a la conclusión de que en la corporación edilicia había llegado a conocer los problemas de Cartagena de tanto manosearlos.
Cuando estuve seguro de eso, escribí un comentario en el Diario La Verdad, en el cual, resumidamente, afirmé que el doctor Guerra estaba perdiendo el tiempo como concejal.
Recuerdo que estábamos en días de Semana Santa y el viernes resolví hacer una visita en su finquita al doctor Argemiro Bermúdez Villadiego que, dicho sea de paso, atendía espléndidamente a sus amigos.
En los días del “Plan de los Doberman”, un grupo de nueve (9) concejales que logró realizar cambios en la ciudad, el Dr.
Bermúdez fue candidato para gerente de las Empresas Publicas Municipales, y se logró ese objetivo.
Siempre vivo convencido de que si Cartagena no salió del hueco en que está fue porque Bermúdez Villadiego no alcanzó el honor de ser burgomaestre.
Le cabía la ciudad en la cabeza y poseía verdadero sentido social.
El caso fue que, volviendo a la candidatura de Quinto Guerra, en aquel entonces, con mi idea llegué aquel viernes a cambiar impresiones con Argemiro Bermudez.
Me escuchó con atención, casi una hora.
Luego me quedó mirando fijamente y manifestó: “Samuel, Quinto es conservador”.
Me sorprendí, pues no conocía la filiación política del doctor Guerra.
Pero, al mismo tiempo, comprendí que al doctor Bermúdez le había agradado la idea y, al fin, impartió su aprobación diciendo: “Después de todo, se trata de elegir un buen alcalde”.
Por aquellas calendas estábamos casi a dos años de la fecha de elección y muchos amigos me decían que la candidatura era prematura, mi respuesta siempre era una: “En la vida y en la política quién pega adelante, pega dos veces”.
Constituimos un comité integrado por Julio Varela Escudero, Argemiro Bermúdez Villadiego, Felipe Merlano, obviamente el candidato y yo.
Prácticamente nos reuníamos todos los días pues entendíamos que, en verdad, se trataba de un debate de resistencia.
Hoy, ahora, sería una falta de coherencia de mi parte no afirmar que Quinto Guerra Varela es un excelente candidato que va a ganar la alcaldía y que hará una gran labor por Cartagena.
Creo que perdió aquella elección, en mala hora, por exceso de confianza.
No comentaré sobre ese hecho, pero si diré que Felipe Merlano no terminó la campaña con Quinto y creo que con razón.
Pero como Felipe no es persona de resentimiento, voy a tratar de convencerlo.
Mi argumento será bien simple.
Le diré: Felipe vamos a ver si acertamos al creer que el doctor Quinto Varela puede sacar a Cartagena del hueco.
Por SAMUEL PINEDO BRUGES
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