LA PRESENTE COLUMNA NO REFLEJA EL PENSAMIENTO GENERAL DE ESTE PORTAL DE NOTICIAS,  SON CONCEPTOS NETAMENTE PERSONALES DEL ESCRITOR

Por VICTOR ESQUIVIA POLO

Mientras existan conceptos ideológicos arraigados en medio del sectarismo y el radicalismo, resulta imposible el discernimiento; a casi dos años de completarse la mitad del actual periodo presidencial, se observan manifestaciones de inconformismo no solo del ciudadano de a pie, sino de quienes desde otras esferas hacen oposición al mandato de Petro.

Hay quienes en medio de algunos hábitos se ven obligados a guardar relativa prudencia y prefieren ubicarse al centro destacando con mucha sabiduría que todos los extremos son malos, no obstante, de cuestionar negativamente a anteriores gobiernos señalando en ellos más desaciertos que aciertos, paradójicamente alaban sin mucha coherencia a un gobierno que, visto desde el centro, debería ser medido con el mismo racero, sobre todo cuando los ojos se tienen bien puestos para poder mirar para ambos lados.

Si bien es cierto que se debe dar espacio a nuevos liderazgos, a nuevos estilos, a nuevas propuestas, lo que se espera con ello es que se corrijan los errores del pasado, cosa que no parece estar aconteciendo y, por el contrario, la historia parece estarse repitiendo.

Imposible no reconocer que un antecesor del actual presidente hizo crecer la economía al 10.6% mientras ahora no pasa de 0,7%; Que la inversión extranjera creció en un 50% mientras en América Latina subía en un 20%; Que según la ARN entre 2002 y 2010 sin hablar de una Paz Total y sin modificar la CN se desmovilizaron 17.348 guerrilleros y 35.822 paramilitares, y, aun así, esperamos de este gobierno mejores resultados para que esos nuevos liderazgos independientemente de la ideología política que representan, respondan al interés del estado.

Mientras ello no acontezca, inexorablemente se podrá cambiar la página

“Moriremos el día en que guardemos silencio ante las cosas que importan”

Martin Luther King Jr.