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Por RAÚL BUSTAMANTE DE LA VEGA

Existen países que son antidemocráticos; sin embargo, utilizando neolenguas o doble pensar, como se explicó en la columna de la semana anterior, desean seducir a las masas utilizando el término democracia.

Tenemos democracias de alta, media y baja calidad, pero su finalidad, por gravedad social, es elevar sus estándares de éxito por el bien común, que es el orden justo, estable y seguro de la vida virtuosa en sociedad; Como explicamos en la columna anterior, existe una forma de medir la calidad de la democracia y el desarrollo de un país; En esta columna haremos un ejemplo práctico para identificar si algunos países que dicen ser democráticos realmente lo son o si únicamente es pura neolengua.

Hay dirigentes estatales que definen la democracia como mero contenido, sin respeto por los procedimientos, métodos y principios explicados en la columna anterior; Solo llegan a la definición básica: que la democracia es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo.

Fidel Castro, Chávez, Maduro y otros dicen que la democracia es vida, que con la democracia se come, se vive y se crea salud; Si bien se pueden definir países con más o menos democracia, existen regímenes autoritarios; Es de aclarar que en Cuba, China, Corea del Norte y Venezuela no son países democráticos; reducen la democracia a una mera definición, y  entonces, ellos determinan quién es el pueblo, quién tiene el poder, crean un partido único o tratan de crearlo.

Si usted llega a China o a uno de los países mencionados, sus líderes o áulicos de la secta nos dirán que no tenemos razón; Ellos se quedan en ideologías, creando gobiernos absolutistas o regímenes autoritarios opuestos y lo hacen a sabiendas, dolosamente, y no tiene sentido dialogar sobre democracia con estas personas, ya que perpetúan la confusión y la opresión; ahí es donde está la confusión que crean, es la Ilusión de la Democracia en Regímenes Autoritarios.

En países como China, Cuba, Corea del Norte y Venezuela, la pregunta sobre la existencia de elecciones libres, periódicas y competitivas, libertad de prensa y expresión, y el respeto a las instituciones y a la separación de poderes, tiene una respuesta contundente: No; en estos países, la democracia es una ilusión, una fachada que oculta la realidad de un poder concentrado y autoritario.

En China, Cuba y Corea del Norte, existe un partido político único que monopoliza el poder; En Venezuela, las elecciones son manipuladas y los resultados usurpados; los miembros del poder legislativo y ejecutivo están subordinados a los caprichos de un presidente dictador y su casta, quienes monopolizan y concentran el poder, excediendo sus límites y oprimiendo a las masas.

En China, la situación es particularmente alarmante; La tasa de suicidio es del 10% de su población de 1.412 millones de personas, lo que significa que anualmente se suicidan aproximadamente 141.2 millones de seres humanos, equivalente a dos veces la población de Colombia, mientras que  el único sindicato oficial reconocido por el gobierno es la Federación Nacional de Sindicatos de China (ACFTU), lo que hace imposible la defensa de los derechos de los trabajadores; Los dirigentes de la casta política del partido único son extremadamente ricos, esclavizan a su pueblo en función de las grandes industrias mundiales; Mientras tanto, celebran con copas de champaña con Georges Soros junto a otros empresarios globalizados de la agenda 2030, ajenos al sufrimiento de las familias chinas.

La verdadera democracia requiere elecciones libres y justas, libertad de prensa y expresión, y un respeto genuino por las instituciones y la separación de poderes; sin estos elementos, cualquier pretensión de democracia es simplemente una máscara para el autoritarismo.

En Corea del Norte, el acceso a redes sociales y contenido extranjero está estrictamente prohibido y severamente castigado; recientemente, se reportó que más de 30 estudiantes de secundaria fueron ejecutados públicamente por ver contenido surcoreano almacenado en dispositivos USB; la represión del régimen de Kim Jong-un contra cualquier influencia extranjera es extremadamente dura, y este tipo de medidas refleja el control absoluto que el régimen busca mantener sobre la información y la cultura a la que tienen acceso sus ciudadanos, con el objetivo de evitar cualquier tipo de influencia externa que pueda desafiar su autoridad.

En 2024, la situación de derechos humanos en Venezuela ha sido extremadamente grave; según informes recientes, se han registrado más de 10,000 asesinatos y 1,652 casos de tortura durante el gobierno del presidente Nicolás Maduro; además, ha habido alrededor de 15,000 arrestos políticos; estos números alarmantes subrayan la severidad de la crisis que enfrenta el país, donde la represión y la violencia se han convertido en herramientas comunes del gobierno para mantener el control; la comunidad internacional ha expresado su preocupación, pero las soluciones efectivas aún parecen lejanas.

Ahora bien, la pregunta estimados lectores, ¿hacia dónde vamos  y que queremos los Colombianos?