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Fecha de publicación: Lunes, 01 de Mayo de 2023 Hora: 08:21:28

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LA PRESENTE COLUMNA NO REFLEJA EL PENSAMIENTO GENERAL DE ESTE PORTAL DE NOTICIAS,  SON CONCEPTOS NETAMENTE PERSONALES DEL ESCRITOR

 

 

Por: SAMUEL MORALES TURIZO

 

El objetivo principal es que todos nos vinculemos en la defensa de la naturaleza, preservación de las formas de vida, control a la polución o la recuperación del equilibrio natural; proteger la naturaleza es casi sinónimo de preservar la cultura.

 

 

Una mañana cualquiera al salir a respirar la primera bocanada de aire fresco en el Arroyo Grande de Corozal, el hedor en el medio ambiente delata la presencia de algo anormal, mi reacción es mirar a unos veinte metros y veo aguas negras, desperdicios y animales muertos.

 

 

Estos olores putrefactos contaminan el entorno y trae como consecuencia la proliferación de enfermedades; se causan perjuicios a las reservas ornitológicas que tiene su hábitat en esta zona, donde las bongas, los campanos, los caracolíes, los cedros, ubicados en las orillas del arroyo, ya no se miran melancólicos en las corrientes cristalinas por la contaminación total de sus aguas.

 

 

En varias partes de la Región Caribe, los terrenos más productivos están densamente poblados, cuyos suelos han sido erosionados por los frenéticos esfuerzos de malos agricultores; asimismo es dramática la desecación de las ciénagas parte del equilibrio ecológico de los grandes ríos, y las desecan para dedicarlas a la industria ganadera.

 

 

En abril de 1801, el sabio alemán Alexander Von Humboltd, visitó a Turbaco, en donde realizó numerosas expediciones por los alrededores, que estaban tupidos de bosques en busca de nuevas especies botánicas para estudiarlas y clasificarlas científicamente; Humboltd quedó impresionado y gozoso por la flora que observó en Turbaco.

 

 

Una prioridad de la humanidad es evitar el calentamiento global; otro de los riesgos que enfrenta el medio ambiente, es la posibilidad de una guerra nuclear; e igualmente, el aumento de la pobreza y del desempleo ha intensificado la presión sobre los recursos naturales.

 

 

La riqueza de los manglares conforma uno de los ecosistemas más productivos del universo.

Las personas que habitan los alrededores del Golfo de Morrosquillo, por obligación tienen que proteger los manglares, pues cortarlos o destruirlos es poner en peligro a diferentes especies de peces, crustáceos (cangrejos, langostas y camarones), moluscos (ostras y caracoles), aves y mamíferos, ya que allí es donde se desarrollan estos.

 

 

La campaña de apoyo para preservar nuestros recursos, es el respaldo económico, la educación ambiental, imaginación y voluntad.

 

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