Opinion

Fecha de publicación: Jueves, 01 de Agosto de 2019 Hora: 09:08:36

Multimedia

 

Por: CÉSAR ANGULO ARRIETA - Contador Público.

 

Aprovecho este espacio, no para hablar de tarifas, vencimientos de impuestos ni obligados a declarar en 2019.

Me voy a referir a cómo he visto evolucionar los impuestos desde que comencé a realizar declaraciones de renta en el año 1988, hasta hoy.

 

Recuerdo que anteriormente, como casi todo el mundo declaraba; la DIAN tenía bodegas de estos papeles, lo que era muy difícil de auditar;  lo sé por experiencia propia porque trabajé cuando estudiaba Contaduría Pública en esta entidad; me tocaba clasificar y archivar cientos de declaraciones al día, y  esa sección se llamaba “Análisis y Critica”.

 

La memoria me lleva a ese tiempo y me río para mis adentros cuando me autoproclamé campeón mundial de quitar y poner grapas; estaba en primer semestre de Contaduría Pública, y apenas llegaba la informática a las oficinas; casi todo era manual, escuchándose en los despachos el ruido al unísono de las máquinas de escribir, y el desarrollo más grande era el FAX.

 

Luego viví el momento en el que comenzó a simplificarse el sistema tributario colombiano hacia el año de 1990, cuando el Estado, para evitarse esa cantidad de papeles con los que no se terminaba cobrando nada, excluyó a muchos contribuyentes, personas naturales, de la obligación de presentar la declaración de renta anual, a tributar vía retención en la fuente, lo que terminó constituyéndose como el impuesto de renta de muchas personas naturales.

 

Posteriormente, en el año 2000, con los sistemas de información mejorando día a día, comenzamos a oír en los seminarios y en las especializaciones de impuestos, sobre el sistema MUISCA de la DIAN, que facilitaría la labor fiscalizadora en aras de mejorar el recaudo Estatal; Todo lo que nos decían alrededor de lo que se lograría con el MUISCA, parecía imposible de lograr, como una utopía.

 

Se nos explicaba cómo la DIAN obtendría la información de cuánto le ingresaba a los contribuyentes, cuántos eran sus gastos, cómo se repartían los ingresos, o cómo harían para que dicha información llegara a ser inmediata y precisa; y ese momento ya llegó: ya hoy día existe la factura electrónica, la información de las empresas se entrelaza permanentemente con la DIAN; ha llegado el momento en que a nuestros correos electrónicos se nos entregará una propuesta de nuestra declaración de renta para que la aprobemos o no.

En verdad que el futuro ha llegado; démosle la bienvenida al futro. 

 

 

 

.

  • Patrocinador
  • Compartir :


¿Quieres aparecer en la publicidad!?

patrocinadores