Por ANGELA DE BUSTAMANTE – Especialista en Gerencia de salud

En el Distrito de  Cartagena, la situación que atravesamos en materia de salud a causa de la pandemia que hace más de un año  está costando la vida a miles de personas, su manejo no es  acertado, ni la más correcta;  triste y desafortunadamente la realidad que vive   la mayoría de los casos de las personas que están contagiadas con el virus del COVID 19   y que se complican, parece que se están resignando a morir y los espectadores a ver morir, esto debido a que estamos en un 100% de ocupación de camas UCI, pero la realidad que nos dibuja el distrito es otra, dicen los voceros del distrito que estamos por el 90% de la capacidad hospitalaria, existen hoy 27 camas disponibles pero lo que no nos aclaran o dicen es que estas camas no son para atención de pacientes COVID son para atender otro tipo de patologías que requieren una internación en unidad de cuidados intensivos. 

Precisamente a causa de esto como no tenemos la disponibilidad requerida de camas lamentablemente el personal médico no tiene otra opción que realizar un triage Ético, donde el medico se vuelve un Dios en decidir quien vive y quien mure, acorde a necesidades y supervivencia, al estado de salud de la persona, a la edad etc, dilema este que perturba la sanidad mental de nuestros honorables médicos que han entregado todo y más.

No es correcto llegar a estos extremos de sortear la vida de una persona porque no existe capacidad instalada para atenderla, porque si desde que se presentó la emergencia sanitaria se hizo énfasis solo en el primer pico y después se olvidaron de seguir priorizando en lo que verdaderamente se necesitaría, que era ampliar  la capacidad instalada en UCI (más ventiladores y todo lo que compone una cama UCI) para pacientes infectados con el virus del COVID 19;  hoy para atender esta población solo existen 360 camas cuando las estadística dicen que deberían haber mínimo en la ciudad de Cartagena 700 camas. 

Otros factores que está afectando y que causa que la persona llegue a estos estadios del virus donde ya están complicados por el avance de la neumonía y/o la inflamación que pueda presentar; La vacunación va a un ritmo muy lento y  no permite lograr al corto plazo los objetivos esperados con la inmunización del porcentaje esperado o estipulado de personas que se  logre vacunar, entre otras cosas lograr la llamada inmunidad de rebaño y la demora en la respuesta diagnostica al realizar las pruebas para detectar si una persona es positiva al virus o no, no hay control sobre las EPS y hoy hasta 8 días se están demorando para entregar un resultado, en 8 días un paciente positivo estará en un estadio avanzado de la enfermedad lo que lo condena a remitirse a una clínica y tropezarse con todo lo descrito anteriormente.

Los responsables directos de esta crónica de muertes anunciadas, teniendo en cuenta sus funciones,  es en primer lugar nuestro alcalde Distrital WILLIAM DAU CHAMATT, la directora del DADIS Cartagena, señora JOHANA BUENO ALVAREZ, el exdirector de la ESE RODOLFO LlINAS CASTRO, el cual también fue nombrado por el alcalde, este último fue removido de su cargo por la superintendencia de salud, la cual por los malos manejos intervino forzosamente la entidad.

Como el mismo alcalde ha reconocido que él y no otro, es la autoridad administrativa  en el Distrito, como tal en una democracia nos deben una explicación a nosotros los ciudadanos y a todos los órganos de control; por favor no nos sigan matando, que la incertidumbre pesa y los muertos duelen.

Se necesita una intervención urgente del gobierno Nacional que, con la ayuda del presidente Duque y en el menor tiempo posible instale camas UCI, con todo su equipamiento completo, pero además se sancionen a los responsables inmediatamente de parte de los órganos de control, aquí existen hechos de lesa humanidad.