Opinion

Fecha de publicación: Jueves, 27 de Octubre de 2022 Hora: 08:20:31

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LA PRESENTE COLUMNA NO REFLEJA EL PENSAMIENTO GENERAL DE ESTE PORTAL DE NOTICIAS,  SON CONCEPTOS NETAMENTE PERSONALES DEL ESCRITOR

 

Por MÓNICA VÉLEZ BUSTAMANTE

 

Arrancó el calendario electoral y con él la carrera de un sin número de aspirantes a las diferentes corporaciones o instancias.

 

Al igual que en años anteriores, empiezan a asomar caras los mercaderes que en su afán egoísta convocan lideres incautos  que de manera inocente caen en el juego de encarecer trabajos fofos que luego venderán al mejor postor como ganado de feria; las renuncias presentadas en esta semana en la gobernación de Bolívar son evidencia de ello los mismos de siempre, aspirantes a todo, candidatos a nada., y cada 4 años de gradúan de candidatos.

 

En sus marcas listos… a campañaaaaaa; y arranca la carrera, este año crece de manera desmedida la cantidad de aspirantes, por los lados del pacto histórico hemos perdido la cuenta de cuantos son, parece que cada votante se siente dueño de los cuatrocientos mil votos que obtuvo en el departamento, pero ¿cuántos de ellos tienen un trabajo representativo que avale esa aspiración? es que una foto con el presidente Petro no significa potencial electoral ni militancia dentro del pacto histórico, aunque el consenso del frente amplio abarca mucho, creo que debe haber merito por lo menos electoral para esto.

 

Apartando los sectarismos y las paciones aun frescas de la resiente contienda presidencial, tanto Cartagena como el departamento de Bolívar deben tener muy en cuenta las capacidades gerenciales de cada aspirante, no es posible seguir cometiendo errores, lo que hoy vivimos gracias a las malas decisiones electorales es un precio muy alto que nos cuesta atraso y empobrecimiento, no habían opciones serias para elegir en 2019 en Cartagena, de hecho mi voto fue en blanco por las razones que hoy vemos, quien punteaba en las encuestas y que hoy nuevamente sale a la palestra no es la persona idónea para manejar una ciudad con tantas falencias y tanta corrupción, y quien logró llegar a  la alcaldía es el abc de lo que no debe ser un administrador público, hoy la ciudad está retrasada por lo menos cien años gracias décadas de malos administradores y esto se agudizó con el nefasto paso de WILLIAM DAU por el palacio de la aduana.

 

Un hombre que carece de  conocimiento, ética, compostura y sobretodo de honestidad; o también podemos pasar por la gobernación y echar un vistazo  a un edificio de menos de diez años que hoy parece una ruina, se nota la falta de gerencia en la entidad, es que Blel tenía unos zapatos muy grandes que llenar.

 

¿Será que en el 2023 se repetirán los mismos errores? ¿Será que la rabia puede más que la razón y seguiremos votando tan mal?

 

Cartagena no está para un  nuevo experimento, Cartagena exige ser tomada en serio, pide a gritos un gerente con carácter y don de mando que actúe con firmeza; y  el departamento en iguales condiciones que el distrito,  solo que quien lo dirige en público no genera ni amores ni odios, no genera nada, su paso ha sido casi invisible salvo a publirreportajes pagos con nuestros impuestos que  aplauden al aire, ¿será capaz la clase política capaz de dejarle el poder al “viejo” como lo llaman sus serviles seguidores? Creo que es obvio que él no dejara tan fácilmente que se le arrebate todo el poder que hoy ostenta.

 

Si algo me ha enseñado la experiencia es que el común de la gente no vota con la razón, votan llevados de emociones de momento, por eso quienes votaron por DAU votaron por rabia, quienes votaron por BLEL lo hicieron por hambre.

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