Muchos comerciantes., ganaderos y dirigentes políticos de todos los niveles de Sincelejo y el departamento de Sucre, entraron en una crisis de pánico e incontinencia intestinal, ante la noticia de la  Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla, a solicitud de la Unidad de Restitución de Tierras, que autorizó a Salvatore Mancuso para que se desplace a los departamentos de la Costa Caribe para localizar los bienes que supuestamente fueron entregados al Estado por las extintas autodefensas, pero  que no aparecen y estarían "perdidos", siendo usufructuados por estas personas, según informaciones provenientes de la capital sucreña

Mancuso habla de haber entregado más de cinco mil bienes de los que no aparecen ni siquiera mil; y es de anotar que son los de más   valor los que estarían "perdidos" y  que hoy se encontrarían en manos  de terceros, que  no son  testaferros,  pues se habrían quedado "legalmente" con ellos con la complicidad de antiguos funcionarios de la rama judicial y de  altos integrantes de los gobiernos de Uribe, Santos y Duque.

En estas irregularidades, estarían comprometidos altos funcionarios de las oficinas de la Extinción del Dominio y Sociedad de Activos Especiales (SAE), de los mencionados gobiernos, Notarios y Registradores de Instrumentos Públicos; estos últimos (registradores y notarios) que  son una raza de "vacas sagradas" que nadie les pide cuentas, ni los juzga ante los abusos y delitos que cometen.

Mancuso, con un equipo de personas pertenecientes a las antiguas AUC y miembros de la actual Unidad de Extinción de Dominio, del Agustín Codazzi y del nuevo INCORA se desplazarán en los próximos días con todas las medidas de seguridad del caso, por todos los departamentos de la Costa para rastrear localizar y volver a entregar dichos bienes.

Se anunció que Mancuso en su papel de gestor de paz y artífice para el cierre del  proceso con las antiguas AUC, estará en Sucre entre diciembre de este año y enero de 2025.

Se sabe que los bienes adquiridos con dineros derivados de la contratación pública ejecutada  por los paracos en compañía de las autoridades de entonces, son innumerables; Mancuso dice que en Sincelejo se trataría de casas, edificios, apartamentos y lotes, específicamente en los barrios Venecia y La Ford; Hoteles en Coveñas y Tolú, Fincas en El Roble, San Benito Abad, San Marcos y en casi todos los municipios de Sucre.

Se habla también de  ferreterías, estaciones de servicio, lavaderos de carros, supermercados, droguerías, compraventas, vehículos, tractomulas, almacenes de ropa, carnicerías, locales comerciales, oficinas y fincas ganaderas, bienes adquiridos con la sangre derramada por miles de víctimas, hecho sucedido con la ayuda y complicidad además de los funcionarios arriba señalados y de personas que para esa época eran subalternos de Mancuso.

Salvatore Mancuso también lleva la misión de indagar y destapar más de un centenar de fosas comunes donde ellos enterraron sus víctimas.

Esta noticia tiene muy preocupado a más de uno de la élite de Sincelejo y de Sucre, a los funcionarios públicos, a políticos y a  "comerciantes y ganaderos", que hasta ahora venían pasando de agache como respetable "gente de bien" y que ahora tendrán que responder por beneficiarse con los crímenes de las autodefensas.