Al finalizar la semana anterior pusieron a sonar desde el Ministerio del Transporte el nombre de HUMBERTO RIPOLL para la gerencia de Transcaribe, con ofrecimiento por parte de los tres miembros de la Junta Directiva, con reparto de cuotas y muchas prebendas, según conoció FRENTE A FRENTE.

Sin embargo durante el fin de semana se le aguó la fiesta sin llover, ya que el alcalde Dumek Turbay, le dijo tajantemente  “RIPOLL NO TE VISTAS QUE NO VAS”, y le advirtió a los delegados de Mintransporte que no quería imposiciones en ese cargo, porque además el nombre de Humberto Ripoll no era bien recibido, ya que tenía mucho rechazo general.

Durante la desastrosa gestión de Ripoll en Transcaribe, recordamos que no podía pasar para esos días sin escribir algunas líneas claras y precisas sobre un caso concreto, y es la danza de la corrupción que se venía viviendo en el Sistema Integrado de Transporte Masivo TRANSCARIBE, donde su exgerente Humberto Ripoll cada día se inventaba autónomamente y sin consultar a la junta, nuevas licitaciones, y nuevos contratos, solo para favorecer a unos miembros de junta que eran sus amigachos y a su padrino político de ese entonces que era La Casa García, y también enriqueciese él.

Con la llegada del esquizofrénico William Dau a la Alcaldía de Cartagena, con tantos líos, y en medio de la pandemia, defendiéndose y acusando, nueve meses después por fin el Alcalde William Dau, pasó por la guillotina a Ripoll, y como en la Odisea cortada la cabeza de Medusa, el pequeño monstruo se fue a lo profundo del infierno, con la esperanza que no resurja de las cenizas con el Ave Fénix, y aunque acaba de intentarlo con el apoyo de la Alianza Verde, todo indica que le echaron aguas a esas cenizas.