En la sesión ordinaria del sábado anterior, el Concejo Distrital de Cartagena abordó varios temas de interés ciudadano, destacando el caso de la demolición del edificio Aquarela, los actos de vandalismo en la reciente “Rodada de Halloween” y la posible creación de una Zona de Tolerancia en la ciudad.

El concejal Rafael Meza expresó su preocupación por la inseguridad generada durante la rodada de Halloween, haciendo un llamado a la administración distrital para que tome medidas de control, especialmente ante la proximidad de las fiestas novembrinas; Meza enfatizó la importancia de evitar que este tipo de actos empañen las celebraciones en Cartagena.

Con respecto a la demolición del edificio Aquarela, el concejal Meza celebró la finalización del proyecto como una victoria para la ciudad y una reafirmación de su estatus como Patrimonio de la Humanidad; Al mismo tiempo, hizo un llamado a la administración para que no olvide a los compradores que invirtieron en el proyecto Aquarela y destacó la importancia de proteger sus derechos; sobre el mismo tema  el concejal Carlos Barrios subrayó el papel del Concejo en la defensa de Cartagena como patrimonio, recordando que la Corporación había señalado en múltiples ocasiones que el edificio ponía en riesgo el estatus de Patrimonio de la Unesco.

El presidente del Concejo, David Caballero, abordó el tema de la posible creación de una Zona de Tolerancia en Cartagena, destacando que aunque la prostitución es legal, la ciudad debe asegurar que esta zona no se convierta en un espacio propicio para la explotación y el turismo sexual;  Caballero también instó a que el Concejo participe en las discusiones de este proyecto, en especial en la planificación urbanística, y enfatizó la importancia de involucrar a los residentes de la zona propuesta en las decisiones.


Finalmente, la concejal Laura Díaz llamó a la ciudadanía a vivir las próximas festividades con responsabilidad y civismo, y subrayó que el esfuerzo de la administración y el respaldo del Concejo para revitalizar las fiestas debe reflejarse en un comportamiento adecuado por parte de los cartageneros.